La Industria 5.0 pone la producción industrial al servicio de la sociedad

Mientras el ecosistema empresarial se va acostumbrando al término Industria 4.0 y a los beneficios que aportan para la productividad y la eficiencia la automatización y la digitalización, desde las instituciones europeas invitan a ir un paso más allá. Industry 5.0. Towards a sustainable, human-centric and resilient European industry (Industria 5.0. Hacia una industria europea sostenible, centrada en el ser humano y resiliente) es el título del informe en el que la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea plantea a la industria el reto de cambiar el enfoque en la producción hacia el bienestar.

“Esta visión reconoce el poder de la industria para alcanzar objetivos sociales más allá del empleo y el crecimiento, para convertirse en un proveedor resiliente de prosperidad, haciendo que la producción respete los límites de nuestro planeta y situando el bienestar del trabajador de la industria en el centro del proceso de producción”, señala la comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel.

¿Por qué esta nueva idea ahora, en un momento en que los engranajes de la Industria 4.0 empiezan a encajar?

La industria es el mayor contribuyente individual a la economía europea. Entre 2009 y 2019, representó de forma constante en torno al 20% del PIB de la UE. El documento elaborado por la CE advierte que 1) la industria europea es fuerte, pero se enfrenta a retos constantes; 2) es muy competitiva, pero opera en una economía globalizada cada vez más compleja; 3) es una sólida exportadora, pero está expuesta a un panorama geopolítico en rápida evolución; y 4) es eficiente y rentable, pero vulnerable a los contratiempos en las largas cadenas de valor.

Para que la industria mantenga el liderazgo en la aportación de prosperidad, debe adaptarse continuamente, al ritmo de los retos a los que debe hacer frente. Ello solo es posible mediante la innovación y, en gran medida, de la mano de tecnologías digitales cada vez más avanzadas. Las tecnologías de sensores, big data e inteligencia artificial (IA) están automatizando, interconectando y optimizando cada vez más una amplia gama de procesos industriales, algo que seguirá acelerándose.

La Industria 5.0 va más allá, pues una industria transformada tendrá también un impacto transformador en la sociedad. En el ámbito laboral, el cambio de funciones y la mayor dependencia de tecnologías complejas exigirán nuevas competencias. La evolución tecnológica va acompañada de organizaciones más resistentes, sostenibles y centradas en el ser humano, de manera que la Industria 5.0 podría beneficiar a los trabajadores, respetando al mismo tiempo los límites planetarios y sociales.

El origen del concepto Industria 5.0

Para definir la Industria 5.0, participaron organizaciones de investigación y tecnología, así como organismos de financiación de toda Europa, en dos talleres virtuales organizados por la Dirección General de Investigación e Innovación de la CE en julio de 2020. La atención se centró principalmente en las tecnologías de apoyo a la Industria 5.0. Hubo consenso sobre la necesidad de integrar mejor las prioridades europeas sociales y medioambientales en la innovación tecnológica y de desplazar la atención de las tecnologías individuales a un enfoque sistémico.

Se han identificado seis categorías, cada una de las cuales se considera que despliega su potencial combinada con otras, como parte de marcos tecnológicos:

  1. Interacción hombre-máquina individualizada

  2. Tecnologías bioinspiradas y materiales inteligentes

  3. Gemelos digitales y simulación

  4. Tecnologías de transmisión, almacenamiento y análisis de datos

  5. Inteligencia artificial

  6. Tecnologías para la eficiencia energética, las energías renovables, el almacenamiento y la autonomía

La Industria 5.0 tiene sus raíces en el concepto Industria 4.0, acuñado en Alemania en 2011, como proyecto de futuro y parte de la estrategia de alta tecnología del país que debían adoptar las empresas, la ciencia y los responsables de la toma de decisiones. Se centró no solo en cumplir mejor los requisitos económicos, sino también los ecológicos de la "producción verde", para lograr una industria neutra en carbono y eficiente energéticamente.

En estos años, la Industria 4.0 se ha centrado sobre todo en la digitalización y las tecnologías impulsadas por la IA para aumentar la eficiencia y la flexibilidad de la producción. El concepto de Industria 5.0 ofrece un enfoque diferente, en el que destaca la importancia de la investigación y la innovación para apoyar a la industria en su servicio a largo plazo a la humanidad dentro de los límites planetarios. Para ello, tiene en cuenta tres elementos fundamentales: el protagonismo humano, la sostenibilidad y la resiliencia.

Enfoque centrado en el ser humano

En lugar de tomar la tecnología emergente como punto de partida y examinar su potencial para aumentar la eficiencia, la Industria 5.0 centra el enfoque en las personas que trabajan en la industria. En lugar de preguntarnos qué podemos hacer con la nueva tecnología, nos preguntamos qué puede hacer la tecnología por nosotros. Así, se trata de aprovechar las innovaciones para adaptar el proceso de producción a las necesidades del empleado, por ejemplo, en cuanto a formación. Además, nos aseguramos de que el uso de las nuevas tecnologías no vulnera los derechos fundamentales de los trabajadores, como el derecho a la intimidad, la autonomía y la dignidad humana.

Una industria sostenible

La industria debe respetar los límites planetarios; por tanto, ha de ser sostenible. Es necesario desarrollar procesos circulares que reutilicen, reutilicen y reciclen los recursos naturales, reduzcan los residuos y el impacto medioambiental. Sostenibilidad significa reducir el consumo de energía y las emisiones de efecto invernadero, evitar el agotamiento y la degradación de los recursos naturales y garantizar las necesidades de las generaciones actuales sin poner en peligro las de las generaciones futuras. Tecnologías como la IA y la fabricación aditiva pueden desempeñar un papel importante en este sentido, optimizando la eficiencia de los recursos y minimizando los residuos.

Producción industrial más resiliente

La resiliencia se refiere a la necesidad de desarrollar un mayor grado de solidez en la producción industrial, de forma que esté más protegida contra las interrupciones y pueda proporcionar y apoyar infraestructuras críticas en tiempos de crisis. Los cambios geopolíticos y las crisis naturales, como la pandemia del Covid-19, ponen de manifiesto la fragilidad de nuestro actual enfoque de la producción globalizada. Esta ha de equilibrarse mediante cadenas de valor estratégicas resistentes, capacidad de producción adaptable y procesos empresariales flexibles.

¿Cómo se traduce esto en la práctica? Cambiar el paradigma de la producción industrial requiere del apoyo de herramientas que faciliten la transición. Hemos hablado de los indudables beneficios que comportan la automatización y la digitalización y del potencial que atesoran para ponerse al servicio de las personas. Sin embargo, tan importante como explorar ese potencial es ponerse en manos de quienes son capaces de sacarle todo el provecho. Es el caso de SSI SCHAEFER y sus soluciones integrales intralogísticas. No se trata tanto de recurrir a la tecnología como de aplicarla de la manera más adecuada a las características de nuestra empresa, teniendo en cuenta tanto las necesidades presentes como las futuras.

Persona de contacto

Katia Martí Head of Marketing Southern Europe Número teléfono: +34 934 751 717 Mail: info@ssi-schaefer.es