¿Cuál era el objetivo de la colaboración?
Históricamente, los productos artesanales de Märklin sufrían repetidos daños durante el transporte entre las distintas fases de producción. En particular, la pintura sufría por la falta de contenedores que se ajustasen perfectamente a cada una de las piezas. Algo fabricado con tanto amor por el detalle necesita estar protegido durante su traslado a través de la línea de producción. En vista de ello, Märklin eligió a SSI SCHAEFER para resolver el problema, que venía de lejos y resultaba excepcionalmente caro.